Esta entrada fue publicada el Thursday,4 December 2008, a las 5:31 pm dentro de la categoria Artículos. Puedes seguir las respuestas a esta entrada a traves de RSS 2.0. Puedes dejar una respuesta, o trackback desde su propio sitio.
En un proceso de internacionalización y, especialmente en Italia, es importante la elección de los proveedores de servicios. Por sus características el mercado italiano hace más imprescindible su apoyo que en otros Estados de la UE. Los dos factores que influyen en la necesidad de contratarlos son el nivel de establecimiento y el sector. A mayor nivel de presencia más número de servicios son necesarios. Por otro lado, existen sectores con un alto grado de especialización que requieren más asistencia. Como ejemplo, las empresas con sede en Italia han de contactar con un “commercialista” y un “consulente del lavoro” para cumplir con la legislación en materia fiscal y laboral. Estos proveedores se convierten en “partner” internacional más que en un “fornitore”. Consecuentemente no es suficiente su profesionalidad, deben aportar el valor añadido de entendernos.
Nuestro plan de negocio y la estrategia de internacionalización nos permiten individualizar aquellos candidatos válidos para el proyecto. Evitaremos llegar a proveedores ciertamente preparados pero no adaptados a nuestros objetivos. Actuando así construimos cimientos sólidos para nuestra empresa fuera de España.
Se puede acceder a multitud de listados que ofrecen organizaciones tanto españolas como italianas donde poder escoger. Este tipo de selección implica alargar plazos y no siempre acertar con la elección. Optar de modo tan aséptico por un servicio es arriesgado. Sobre todo, porque quien nos recomienda el proveedor no garantiza las prestaciones que necesitamos. Además el “start-up” puede marcar mucho el posterior desarrollo tanto positiva como negativamente.
Conviene disponer de información práctica para valorar al “fornitore” en relación al objetivo. La solución es encontrar profesionales que los conozcan y transmitan la necesidad de adaptarse. Estos interlocutores tienen la clave del éxito porque gestionan al proveedor al mismo tiempo que se comprometen con la misión de la empresa. Así se consigue un óptimo recurso para el empresario español y la tranquilidad de avanzar con el proyecto de un modo seguro.