Esta entrada fue publicada el Friday,13 February 2009, a las 5:32 pm dentro de la categoria Artículos. Puedes seguir las respuestas a esta entrada a traves de RSS 2.0. Puedes dejar una respuesta, o trackback desde su propio sitio.
El gobierno italiano continúa promocionando las fuentes de energía renovable. Entre ellas, la fotovoltaica se ha convertido en una oportunidad de negocio para inversores y productores por diversos motivos. El sistema configurado para fomentar la energía fotovoltaica ha sido más desarrollado que el español. Probablemente y entre otras cosas, porque a pesar de ser Italia un país que recibe una cantidad de radiación solar similar a España, ello no se ha traducido en una mayor evolución del sector.
Se ha impulsado la energía solar fotovoltaica gracias a una visión amplia del sector que permite superar diferentes vicisitudes. El régimen se articula sobre un sistema de primas a la producción, otro sistema de certificados, desgravaciones fiscales, facilidades para la financiación y subvenciones europeas, estatales y locales.
Por su novedad y eficacia hay que destacar el sistema de primas o tarifas incentivadas para la producción (el conocido “Conto Energia”) y la creación de un mercado de certificados verdes sólo utilizado también en Estados Unidos, Gran Bretaña u Holanda. Las posibilidades de financiación, incluso mediante entes creados “ad hoc”, constituyen otro punto fuerte al que prestar atención en el análisis del fotovoltaico italiano.
El marco legal asegura la perdurabilidad en el tiempo del sistema garantizando la rentabilidad del proyecto. No sólo eso, la regulación es de perfil flexible dejando la posibilidad al aumento del volumen de las contribuciones. Además, el régimen jurídico del fotovoltaico prevé que las ayudas presupuestadas no invertidas puedan ser reutilizadas para impulsar futuras nuevas medidas.
En definitiva, perspectivas de presente y futuro optimistas para aquellos que emprendan actividades relacionadas con el sector en el país.